Introducción
Este es un ensayo del libro
ética para amador, libro escrito por Fernando Savater en 1991 para su hijo
Amador, el cuál habla acerca de la ética desde un lenguaje sencillo y fácil de
comprender, además de entretenido para los jóvenes, haciéndolo un libro
práctico para nuestro primer acercamiento de la ética. A lo largo de este ensayo
se trata de dar a conocer los principales conceptos sobre ética, cómo se puede
llevar una vida más o menos aconsejable, de saber cómo responder ante los
diversos obstáculos o problemas que se presentan en las vidas de los seres
humanos a través de una síntesis, determinando los aspectos más relevantes de
cada capítulo, y luego un análisis dando los puntos de vista desde nuestra
reflexión y plantearlos con argumentos sólidos. Uno de los principales
conceptos que utiliza el autor para hablar e introducir acerca de la ética es
la libertad, la cual nos abre la perspectiva que tenemos del manejar de nuestra
propia vida y permite darnos cuenta de que la forma en que llevamos nuestra
vida, depende exclusivamente de nosotros.
Es muy importante en nuestro
desarrollo personal y profesional conocer y entender de qué trata la ética,
puesto que vivimos en sociedad y esta se basa en las relaciones entre personas
y como hacer que estas relaciones sean llevadas de una manera conveniente para
nosotros. También saber de qué trata la ética en nuestro futuro quehacer
profesional como fonoaudiólogos es muy importante, porque en todas las áreas de
nuestra carrera se trabaja con personas que merecen tener un buen trato al
igual que nosotros, y justamente es esto de lo que habla la ética, es por eso
que leer este libro es de gran ayuda para nuestro desarrollo profesional.
Capítulo I: De qué va la
ética
Las personas puede seguir
viviendo sin tener la necesidad de saber cosas nuevas, ya que tienen la
voluntad de aprenderlas o no, pero hay que tener claro que hay cosas que nos
convienen y otras que no, aunque seguimos viviendo de todas maneras. Las cosas que
nos convienen comúnmente le llamamos bueno y en el caso opuesto se le denomina
malo. También en algunos casos lo que hacemos tiene las dos caras de la moneda,
tiene su lado bueno y malo, es decir, puede que algo nos haga muy bien o nos
puede agradar mucho en un momento determinado, pero si se hace un abuso de este
trae malas consecuencias.
Hay un punto en común entre
todos y es que cada persona hace lo que quiere en su vida, pues si no fuera así
carecería de sentido, es decir, tenemos libertad de decidir lo que queremos
hacer. Mucha gente dice que no tiene libertad, pero en realidad es solo la
decisión de optar por lo más fácil .Lo que nos diferencia de los demás seres
vivos es que nosotros podemos optar y elegir nuestra propia forma de vida,
eligiendo lo que nos parece más conveniente. Tenemos que fijarnos bien en lo
que hacemos y adquirir un saber vivir que nos permita acertar en nuestras
decisiones, a este saber vivir es a lo que le se denomina ética.
Análisis Capítulo I
Es muy relevante la conclusión
del autor que dice que hay cosas que tienen su lado bueno y su lado malo,
puesto que la mayoría de las acciones tienen un poco de ambas, pero en el
ejemplo de las mentiras en cuál dice que : "La mentira es algo malo,
porque destruye la confianza en la palabra, pero a veces parece que puede ser
útil o beneficioso mentir para obtener alguna ventajilla", encuentro que
si bien a veces la mentira parece ser buena, para mi gusto, siempre tiene que
estar la verdad por delante de todo, independiente de las consecuencias que
tenga, puesto que sólo así una persona logra ser confiable para las demás
personas.
Estoy en total acuerdo en la
conclusión que determina el autor, planteando que todas las personas tienen la
libertad de optar como quieren que sea su vida y que aunque no depende de nosotros las situaciones adversas
que se nos presenten, sí depende la decisión que tomemos frente a dichas
situaciones. Ahora bien, hay personas que dicen que nadie es libre, pero es
solo que se sienten más cómodos de saber que aunque tomen una buena o mala
decisión, no se sienten culpables, dando como excusa que la decisión que
tomaron no depende de ellos y es este el punto más importante de este primer capítulo,
ya que permite darse cuenta que nosotros podemos inventar y elegir nuestra
forma de vida, optando por lo que nos parece más conveniente para nosotros.
Capítulo II: Órdenes,
Costumbres y Caprichos
Las cosas que nos pasan no las
podemos elegir, pero podemos tomar la decisión de qué hacer frente a dichas
situaciones. Hay muchas circunstancias que nos imponen elegir y debemos optar
por hacer una cosa u otra, en cambio, hay otras ocasiones en que debemos elegir
aunque preferiríamos no hacerlo. Sin embargo, cuando debemos tomar una decisión
elegimos lo que creemos más conveniente.
En nuestra vida cotidiana no le
damos vuelta a lo que nos conviene o no nos conviene hacer, pues la mayoría de
nuestros actos los hacemos automáticamente, sin darle muchas vueltas al asunto.
Pero para poder tomar una decisión debemos tener un motivo, este motivo puede
darse de 3 maneras: como orden, costumbre o capricho. Las ordenes se inclinan
al miedo que podemos tener a las represalias de quien la emite y la confianza
en que dicha persona lo hace por nuestro propio bien; en cambio la costumbre
viene de la comodidad de seguir una rutina, así como del interés de no
contrariar a los demás; por último el capricho viene de nuestro interior, pues
brotan espontáneamente ya que no son imitaciones ni mandatos de otras personas.
Hay veces en que hay que inventar y no limitarse a seguir la moda o el hábito
para acertar con la conducta más conveniente.
Análisis
capítulo II:
Para el autor los motivos por
los cuáles nosotros realizamos nuestras acciones se dan por órdenes, costumbres
o caprichos, sin embargo no muchas personas reflexionan con respecto a este
asunto, puesto que desde pequeños somos criados de ciertas manera en la cual
siempre debemos obedecer órdenes y es ahí dónde entra el juego el desarrollo de
cada persona, ya que cuando se alcanza la madurez cada uno se da cuenta de que
aunque estos 3 motivos nos muevan para realizar acciones, no quiere decir que
sean las más convenientes para nosotros. Cuando se empieza a ser más
independiente como persona, nos logramos dar cuenta de que tenemos el control
de lo que nos pasa y sólo ahí recién podemos ser libres, esta etapa a mi punto
de vista se da en la universidad (sobre todo en las personas que dejan de vivir
con sus padres), puesto que se toman las riendas de nuestra vida y debemos
dirigirla hacia lo que nos conviene para vivir mejor, llegando a tomar
decisiones muy importantes y muy difíciles.
No me parece conveniente el
alcance que hace el autor al decir que: "Las órdenes y las costumbres
tienen una cosa en común: vienen de fuera", ya que pienso que las
costumbres (al igual que los caprichos) vienen desde nuestro interior, porque
si bien tienen su causa externa, nosotros optamos por imitar las cosas que a
nuestro juicio parecen relevantes, en cambio las órdenes siempre se terminan
cumpliendo de acuerdo a lo que otros estiman conveniente, ya sea por leyes,
mandatos de los padres, enseñanzas del colegio, etc.
Capítulo III: Haz lo
que quieras
Anteriormente se hablaba que la
mayoría de las acciones eran por órdenes, costumbres o caprichos, pero nada de
esto es suficiente cuando se tiene que tomar una decisión relevante. Todos
tenemos la libertad de decidir, pero lo más importante es darse cuenta de qué
estamos decidiendo, es decir, hay que
pensar al menos dos veces lo que vamos a hacer. Puede haber órdenes, costumbres
y caprichos que sean motivos apropiados para obrar, pero en otras situaciones
no tiene por qué ser así, es por esto que para saber si algo me resulta
conveniente o no, hay que examinar lo que vamos a hacer razonando por uno
mismo. Lo que está claro es que siempre en el fondo, todos tenemos la libertad
de tomar una decisión que puede ser correcta si se reflexiona antes de
realizarla.
Nadie puede decirte qué es lo
que tienes que hacer para que tomes una buena decisión ya que no se tiene claro
el concepto de cuando un hombre es bueno o malo, es por esto que tienes que
analizar las cosas más de una vez para tratar de hacer lo que sea mejor. No es
muy fácil decir cuando un hombre es bueno o malo, porque no sabemos para qué
sirven los seres humanos y desde fuera es difícil determinarlo, ya que habría
que estudiar no sólo el contexto de cada caso, sino que también las intenciones
que mueven a cada uno.
Análisis
capítulo III:
Es muy importante lo que se
menciona en el texto cuando dice que para tomar una decisión es recomendable
pensar al menos dos veces las cosas antes de realizar un acto. En muchas
ocasiones tenemos la tendencia a comportarnos de alguna manera sin pensar antes
las cosas, trayendo consecuencias no muy convenientes para nuestra vida, y es
que es este justamente un punto muy rescatable para la ética, en el cuál una
decisión debe ser pensada antes de realizarla, ya que muchas veces está en
juego nuestra vida y la vida de los demás. El meditar antes de tomar una
decisión nos puede llevar a hacer lo que sea más conveniente para nosotros, y
es por esto que es algo que deberíamos
hacer siempre para lograr tener una vida más agradable.
Queda muy inconcluso para mi
gusto la determinación que hacer el autor cuando dice que no está claro para
qué sirve el hombre y que por esto no podemos definir cuando un hombre es bueno
o malo, ya que a mi punto de vista y también de acuerdo a la cita que aparece
en el capítulo II del libro, mencionando que: "Sólo disponemos de cuatro
principios de moral: el filósofo, el religioso, el humano y el político"
(Lichtenberg, Aforismos), pienso que de acuerdo al principio de la moral
podemos definir cuando un hombre es bueno o malo, ya que cada persona se rige
por uno de estos principios e independientemente de que se quieran regirse por
todos, siempre hay uno más importante que otro y a fin de cuentas es la manera
en que logran determinar cuando un hombre es bueno o malo.
Capítulo IV: Date la buena
vida
Aunque se obedezca a otros o
nos dejemos llevar por otras personas, siempre tendremos nuestra libertad de
elegir, ya que en el caso de que optemos por no tomar nuestra decisión,
decidimos que otros la tomen por nosotros. Al optar por no reflexionar lo que hacemos
y que otros tomen nuestra decisión no se sabrá si esa decisión es la más
conveniente puesto que no viene desde nuestro interior. La razón de decir que
tenemos la libertad de elegir la decisión correcta es incentivarnos a que al
hacerlo optemos por darnos una “buena vida” y es lo que tiene relación con la
ética, ya que esta última, no es más que el intento racional de averiguar cómo
vivir mejor. Ahora bien se puede tener buena vida humana, pero esta tiene que
darse en la relación entre seres humanos, porque si no hay relación con los
otros será solo vida pero no será buena ni humana.
Para poder darse una buena vida
esta tiene que construirse con las demás personas, desde su cultura y la base;
para esto es el lenguaje. Hablar con alguien y escucharle es tratarle como a
una persona y así uno mismo ser tratado como tal, es decir, dar la buena vida
para que uno pueda darse buena vida.
Análisis capítulo
IV:
Muy importante es este capítulo
para reflexionar y poder desarrollarse como una mejor persona, puesto que es de
gran valor cuando el autor menciona que para ser tratados como humanos, debemos
tratar a los demás como humanos también. Es la base para la ética y para tener
una vida más conveniente para nosotros, ya que ninguna persona le gustaría ser
tratada como cosa, sin que le miren a los ojos, no las escuchen o no les tomen
en cuenta. Es por esto que la comunicación con los demás es fundamental en la
relación con nuestros pares y esta tiene que ser de una manera tal que la otra
persona se logre sentir humana, haciéndola presente y dejando en claro que
nosotros somos igual que ellos y que son importante para nosotros. Aunque hay
mucha gente que dice que si no conoce a una persona no le interesa lo que pase
con ella, de acuerdo a mi experiencia personal (y creo que de varios), nos
gustaría que cuando hablemos con una persona que no nos conozca, nos tome un
poco de importancia a lo que les estamos diciendo, porque es la manera de
hacernos presente como humanos o sino hablaríamos mejor con cualquier cosa que
esté a nuestro alrededor.
Cuando el autor menciona que
para entender bien la ética la palabra que lo define es " Haz lo que
quieras", pues me creo una controversia, porque como el mismo menciona si
todos hacen lo que quieren, pasarían situaciones no muy convenientes para
nosotros, es por esto que ese "Haz lo que quieras" tiene que ir
dedicado a gente que sepa razonar, que piense más de una vez las cosas, personas
que sepan tomar decisiones correctas y que no dejen de pensar que las
relaciones humanas son la base para tener una vida conveniente.
Capítulo V: ¡Despierta
baby!
Está claro que queremos la
buena vida, pero en realidad no sabemos en qué consiste hacerlo. Lo principal
para darse una buena vida es dejar de tratar a las personas como cosas y dejar
de rehuir a las complicaciones. La mayor complejidad de la vida es que las
personas no son cosas, pues merecen tomarles en cuenta, ver que necesitan y no
sacar provecho de ellas. A veces no
recibiremos el mismo trato de vuelta, pero por lo menos tenemos el respeto de
una persona, y esta persona somos nosotros mismos. Al no convertir a los demás
como cosas podemos defender nuestro derecho a no ser cosas para ellos,
intentando que haya un mundo en el cual de veras se pueda vivir bien.
Para tener una buena vida no se
puede prescindir de las cosas, y estas no pueden ser tratadas como personas. A
las cosas hay que manejarlas como a cosas y a las personas hay que tratarlas
como personas. Las cosas nos ayudarán en muchos aspectos de nuestra vida
cotidiana, pero las personas en lo fundamental, el de ser humanos.
Análisis capítulo
V:
En el mundo en el que vivimos
hoy, en el cuál las cosas y los bienes materiales toman prioridad, debieran de
darse a conocer los puntos planteados en este capítulo, porque hay muchas
personas que piensan que mientras alguien tiene más cosas tiene, podrá obtener todo
lo que quiera y claro, como menciona el autor, puede que tenga todo lo que
quiera e incluso amistades , amor, respeto, no obstante nada de esto será
verdadero porque alguien que se preocupa de las cosas como a las personas, se
olvida que para establecer una relación humana, hay que tratar a los demás como
humanos y no como cosas de las cuales solo puede sacar provecho. Ahora bien,
rescatable es el alcance que hace al autor al decir que: " No me fio de
esa gente que dice que no se interesa por el dinero y que asegura no necesitar
nada de nada", puesto que no hay que darle la importancia de persona a las
cosas, pero también son un medio que nos ayuda a vivir de una mejor manera,
pero no hay que abusar de aquello porque podemos quedarnos con las cosas y perder
a los humanos que están a nuestro alrededor.
En nuestro futuro laboral vamos
a tener que trabajar con personas, las cuales merecen ser tratadas como tal,
hablar con ellos, escucharles, respetarles, tratar de entender que son humanos
igual que nosotros y así como podemos ayudarles en nuestra labor, ellos también
pueden bridarnos ayuda a nosotros, siendo esta la base para una buena relación
de personas, la cual nos ayuda a llevar una buena vida.
Capítulo VI: Aparece
Pepito grillo
La única tarea de nosotros es
no ser imbéciles (ocupando el término como falta de apoyarse en algo), ya que
estos necesitan apoyarse en cosas de afuera, ajenas que no tienen relación con
la libertad y reflexión propia. Para dejar de ser un imbécil moralmente hay que
tener conciencia, la cual se da por algunas cualidades innatas, sin embargo,
también puede ser desarrollada con la práctica. Si se tiene conciencia nos
daríamos cuenta de que los humanos necesitamos para vivir bien algo que solo los
otros humanos pueden darnos si lo ganamos (amor, amistad, respeto) pero que es
imposible de robar o comprar.
Para lograr tener una buena
vida hay que ser egoísta, pero un egoísta consecuente, el cuál sabe qué es lo
que de verdad le conviene para vivir bien, y se esfuerza para conseguirlo. Hay
personas a las que se les llama egoístas las cuales creen que se aman a sí
mismas, pero en realidad no saben lo que les conviene y actúan de mal manera,
convirtiéndose así en sus propios enemigos trayendo consigo culpas,
remordimientos o miedos por las consecuencias de sus actos y que van en contra
de lo que queremos como seres humanos, es decir, vivir de buena manera.
Análisis capítulo
VI:
De acuerdo a lo mencionado por
el autor la conciencia puede ser innata o aprenderse con la práctica, pero hay
personas que viven en un ambiente en el cuál no se les trata de crear
conciencia, viviendo en un mundo de personas moralmente perjudicial para sus
vidas y la de los demás. Como el hombre vive imitando lo que los demás hacen,
estas personas tratan de imitar lo que ven a su alrededor y no logran crear
conciencia, no piensan por sí mismos, pero hay que tener en claro una cosa; y
es que si a ellos se les brinda un trato como humanos, depende de ellos en
pensar que es lo más conveniente para su vida. En este punto el autor se le
olvida el detalle de que hay personas que tienen problemas psicológicos, las
cuáles por la vida que han tenido, es muy difícil que creen una conciencia por
sí solos, en mi opinión, debieran de ser ayudadas por otros, puesto que ni
siquiera tienen la conciencia de qué es vivir bien. Sin embargo, una cosa es
brindarles ayuda, pero otra muy distinta es que dependan de uno, siempre la
mejor forma de ayudar es dando las herramientas para que logren desarrollarse
por sí solos.
Cada persona tiene que hacerse
responsable de su libertad para elegir hacer una cosa u otra, pero como se
trata de explicar en el libro; una vez que la acción está hecha, es muy difícil
o imposible de revertir. Cuando se ha tomado una mala decisión viene el
remordimiento, es por esto que al leer este capítulo es inevitable pensar en el
énfasis que hace el autor cuando dice que las cosas hay que pensarlas dos
veces.
Capítulo VII: Ponte en
su lugar
Puede que uno en la vida se
encuentre con personas que realicen acciones no recomendables, pero eso no
significa que sean nuestros enemigos, ya que son personas al igual que nosotros
y sin ellos quizá podríamos vivir, pero no vivir humanamente. Hay personas que
pueden haber realizado acciones detestables, pero no debemos olvidar que son
personas y también pueden realizar acciones buenas y convenientes para
nosotros, por tanto es recomendable darles un buen trato. El ponernos en el
lugar del otro implica reconocer a alguien como semejante y comprenderlo desde
dentro, adoptando por un momento su propio punto de vista y aunque tenga muchas
diferencias con los demás individuos, debo darme cuenta de que en cierto modo
estoy dentro de cada uno de ellos. Ponerse en el lugar del otro no solo implica
hablar con ellos, sino que se trata de tomar en cuenta sus derechos y si es que
estos últimos faltan, hay que comprender sus razones, pues es a lo que tienen
derecho todos los hombres aunque hayan actuado de mala manera y es que tienen
un derecho humano, a que alguien se ponga en el lugar de ellos y comprender lo
que hacen y lo que sienten.
Análisis
capítulo VII:
Sin duda que este capítulo hace
reflexionar mucho y es muy importante en nuestro desarrollo personal y
profesional, ya que la base para ayudar a una persona con nuestra labor es el "ponerse
en el lugar del otro", es una frase tan importante que debiera de ser
una de los valores fundamentales de todas las personas, sin excepción alguna.
Muy relevante es el planteamiento del autor que menciona que aunque haya
personas que realicen acciones detestables o no muy adecuadas, nunca hay que
olvidarse de que son personas y que merecen ser tratadas como tal. En nuestro
futuro puede que nos toque relacionarlos con personas que algunos pueden llamar
" peligro para la sociedad", pero independientemente de lo que hayan
hecho son personas, y si queremos que ellos nos respondan de la misma manera,
tenemos que hacerlo así para poder tener una vida conveniente para ambos.
Debemos saber que ellos también tienen el derecho a ser entendidos, escuchados
y respetados, por muy difícil que sea, puesto a que así como ellos cometieron errores,
nosotros también lo podemos hacer.
En un futuro, en nuestro
quehacer fonoaudiológico, nos tocará tratar a personas que tengan problemas en
la comunicación y a estos tenemos que comprenderlos, mirarles y escucharles,
aunque nos cueste entender lo que nos dicen, sin embargo, pasa mucho hoy en día
que los fonoaudiólogos se encargan de tratar el problema puntual del paciente y
no logran rehabilitarlo, siendo que a veces solo falta que se pongan en su
lugar.
Capítulo VIII: Tanto
gusto
El
sexo es un placer y este placer es el que nos da satisfacción y bienestar,
aunque algunas personas tienden a sentirse culpable por sentir este tipo de
placer y creen que el sexo es solo para procrear. Estas personas son las que
sienten miedo al placer ya que muchas veces se puede dar un abuso de este y nos
distrae más de la cuenta, lo que puede traer consecuencias no muy buenas. Para
pasarla bien y tener una buena vida es necesario este tipo de placeres pero
siempre en su justa medida, es decir, haciendo un uso de este y no un abuso.
Hay que pasarla bien en el presente y encontrarle algo placentero a todo lo que
nos rodea y no estar buscando que cada momento tenga de todo y que de
satisfacciones que no se podrán cumplir. El placer es muy recomendable cuando
nos da alegría, ya que si no nos brinda este sentimiento no nos conviene. No
hay que sentirse avergonzado porque uno este gozando de algún placer mientras
otros estén sufriendo, ya que tienes que comprender el sufrimiento de los otros
e intentar ayudarlos, pero nunca hay que
amargarse y dejar de pasarlo bien.
Análisis capítulo
VIII:
Concuerdo
con lo planteado por el autor cuando dice que el placer del sexo nos permite
sentirnos bien y que no hay que sentirse culpable de hacer un uso de este, pero
sin embargo, se le olvida mencionar que hay muchos factores de los que depende
el placer del sexo. Un ejemplo no menor es con respecto a la edad de los jóvenes,
es decir, puede que ellos hagan un uso de este placer sin caer en el abuso,
pero para mí gusto no es recomendable que adolescentes de 14 años hagan uso de
este placer, puesto que no son lo suficientemente responsables y puede traer
malas consecuencias. Es aquí el punto en el que el autor debe haber explicitado
ciertos factores que implican el uso del placer, ya que a cierta edad las
personas no logran hacer un buen uso de su libertad, pues aún no han creado la
conciencia necesaria para elegir buenas decisiones.
Es
muy rescatable el alcance que se hace en este capítulo cuando se dice que el
placer es bueno, ya que nos trae satisfacción y bienestar, haciendo que
tengamos una buena vida. Esta buena vida nos trae alegría, pero si dejamos de
perderla producto del placer es porque ya hemos hecho un abuso de este. Aquí es
cuando me hace pensar en las personas que trabajan diariamente y que no están
alegres, pues aquí uno se da cuenta de que todo está relacionado, ya que si hay
personas que no están alegres, no realizan bien su trabajo y pierden interés, y
de acuerdo a esto no logran ponerse en el lugar del otro.
Capítulo IX: Elecciones
Generales
La
ética y la política están relacionadas, ya que ambas concuerdan en que buscan
una buena manera de vivir, la diferencia se da en las realizaciones de los
actos de nuestra vida diaria, puesto que la ética se encarga más de ver el
motivo por el cuál se realice de mejor manera un acto y nos ayude a vivir de
una forma que nos conviene, en cambio la política se preocupa de que en
conjunto los actos sean buenos, independiente del motivo por el cual lo hayan
realizado.
Aunque
vivimos en un mundo que es políticamente invisible, lleno de abusos,
injusticia, violencias; siempre hay personas que están empeñadas en tratar de
vivir bien, tratando de que las relaciones entre personas sean más humanas
poniéndose en el lugar del otro. Muchas veces van a haber personas que hagan lo
que quieran (ya sea el bien o el mal), pero todos aquellos que quieran hacer el
bien, no pueden dejar de tener las exigencias políticas establecidas dentro del
medio que lo rodea.
Análisis capítulo
IX:
Es
de gran importancia la relación que hace el autor entre la política y la ética,
diciendo que ambas buscan la mejor manera de vivir, sin embargo, entre las
diferencias que da el autor, a mi parecer, falta una muy importante, y es que
la política impone órdenes o mandatos para que se cumplan. Claramente sería
ideal que estás órdenes fueran porque cada persona haya reflexionado y tomado
sus propias conclusiones para establecer una decisión adecuada, pero como
algunos optan por lo más fácil se lo dejan a la política, a las leyes
establecidas por el gobierno. Estoy en completo acuerdo cuando se menciona en
este capítulo que lo que se invierte en el militarismo, siendo este una forma
de cultivar agresividad, debiera de resolver la mayoría de las carencias que hoy
se encuentran en el mundo.
Me
parece muy inapropiado la parte en que el autor dice que aborrece las
ideologías políticas y religiosas fanáticas que no son capaces de respetar un
pacífico conflicto de opiniones, puesto que justamente al decir que aborrece estas
ideologías políticas el tampoco respeta dichas opiniones. Además así como en el
propio capítulo dice que hay diversidad de gente, pues no todos los que
pertenezcan al grupo de los políticos y los religiosos tratan de imponer su
opinión.
Conclusión
Mediante
este ensayo se puede determinar que todas las personas tienen la libertad de
elegir cómo queremos llevar nuestra vida y aunque hayan personas que dicen que
todos nos regimos por lo que los otros nos dicen, eso es porque tomaron la
opción de dejar que otros piensen por ellos. Cuando una persona logra
desarrollarse correctamente se da cuenta de que aunque hayan reglas, leyes o
costumbres, se puede decidir qué es lo que queremos hacer y siempre tratando
que sea lo más conveniente para nosotros y las personas con las cuáles nos
relacionamos.
Una de las cosas más relevantes de este libro
y que debiera de estar para siempre impregnado en cada una de las personas, es
que para vivir de una buena manera tenemos que empezar desde la base que la
vida se construye entre las relaciones humanas, y estas relaciones deben ser
recíprocas, pensando siempre en que las personas no son cosas, y que al igual que
nosotros tienen que tener un trato de humanos, el cuál es independiente de las
acciones que hayan hecho, ya sean buenas o malas, puesto que nunca dejarán de
ser personas. El tratar bien a otra persona, no sólo implica escucharle o
mirarle, sino que también ponerse en el lugar del otro, comprendiendo su
sentir, sus emociones y cómo están viviendo la vida, porque solo así es posible
obtener una buena relación humana. Es justamente esto último lo que lleva a ser
un profesional íntegro, el cuál al ponerse en la situación del otro es el paso
para realizar buenas terapias en nuestro quehacer fonoaudiológico y así lograr
una rehabilitación adecuada y efectiva para nuestros futuros pacientes.
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