martes, 8 de mayo de 2012

Ensayos de libro: "Ética Para Amador" (Carlos Ahumada)



 Introducción


Este es un ensayo del libro ética para amador, libro escrito por Fernando Savater en 1991 para su hijo Amador, el cuál habla acerca de la ética desde un lenguaje sencillo y fácil de comprender, además de entretenido para los jóvenes, haciéndolo un libro práctico para nuestro primer acercamiento de la ética. A lo largo de este ensayo se trata de dar a conocer los principales conceptos sobre ética, cómo se puede llevar una vida más o menos aconsejable, de saber cómo responder ante los diversos obstáculos o problemas que se presentan en las vidas de los seres humanos a través de una síntesis, determinando los aspectos más relevantes de cada capítulo, y luego un análisis dando los puntos de vista desde nuestra reflexión y plantearlos con argumentos sólidos. Uno de los principales conceptos que utiliza el autor para hablar e introducir acerca de la ética es la libertad, la cual nos abre la perspectiva que tenemos del manejar de nuestra propia vida y permite darnos cuenta de que la forma en que llevamos nuestra vida, depende exclusivamente de nosotros.

Es muy importante en nuestro desarrollo personal y profesional conocer y entender de qué trata la ética, puesto que vivimos en sociedad y esta se basa en las relaciones entre personas y como hacer que estas relaciones sean llevadas de una manera conveniente para nosotros. También saber de qué trata la ética en nuestro futuro quehacer profesional como fonoaudiólogos es muy importante, porque en todas las áreas de nuestra carrera se trabaja con personas que merecen tener un buen trato al igual que nosotros, y justamente es esto de lo que habla la ética, es por eso que leer este libro es de gran ayuda para nuestro desarrollo profesional.

                                                  
                                                   
                   Capítulo I: De qué va la ética


Las personas puede seguir viviendo sin tener la necesidad de saber cosas nuevas, ya que tienen la voluntad de aprenderlas o no, pero hay que tener claro que hay cosas que nos convienen y otras que no, aunque seguimos viviendo de todas maneras. Las cosas que nos convienen comúnmente le llamamos bueno y en el caso opuesto se le denomina malo. También en algunos casos lo que hacemos tiene las dos caras de la moneda, tiene su lado bueno y malo, es decir, puede que algo nos haga muy bien o nos puede agradar mucho en un momento determinado, pero si se hace un abuso de este trae malas consecuencias.

Hay un punto en común entre todos y es que cada persona hace lo que quiere en su vida, pues si no fuera así carecería de sentido, es decir, tenemos libertad de decidir lo que queremos hacer. Mucha gente dice que no tiene libertad, pero en realidad es solo la decisión de optar por lo más fácil .Lo que nos diferencia de los demás seres vivos es que nosotros podemos optar y elegir nuestra propia forma de vida, eligiendo lo que nos parece más conveniente. Tenemos que fijarnos bien en lo que hacemos y adquirir un saber vivir que nos permita acertar en nuestras decisiones, a este saber vivir es a lo que le se denomina ética.


                           Análisis Capítulo I


Es muy relevante la conclusión del autor que dice que hay cosas que tienen su lado bueno y su lado malo, puesto que la mayoría de las acciones tienen un poco de ambas, pero en el ejemplo de las mentiras en cuál dice que : "La mentira es algo malo, porque destruye la confianza en la palabra, pero a veces parece que puede ser útil o beneficioso mentir para obtener alguna ventajilla", encuentro que si bien a veces la mentira parece ser buena, para mi gusto, siempre tiene que estar la verdad por delante de todo, independiente de las consecuencias que tenga, puesto que sólo así una persona logra ser confiable para las demás personas.
Estoy en total acuerdo en la conclusión que determina el autor, planteando que todas las personas tienen la libertad de optar como quieren que sea su vida y que aunque no  depende de nosotros las situaciones adversas que se nos presenten, sí depende la decisión que tomemos frente a dichas situaciones. Ahora bien, hay personas que dicen que nadie es libre, pero es solo que se sienten más cómodos de saber que aunque tomen una buena o mala decisión, no se sienten culpables, dando como excusa que la decisión que tomaron no depende de ellos y es este el punto más importante de este primer capítulo, ya que permite darse cuenta que nosotros podemos inventar y elegir nuestra forma de vida, optando por lo que nos parece más conveniente para nosotros.




                 Capítulo II: Órdenes, Costumbres y Caprichos


Las cosas que nos pasan no las podemos elegir, pero podemos tomar la decisión de qué hacer frente a dichas situaciones. Hay muchas circunstancias que nos imponen elegir y debemos optar por hacer una cosa u otra, en cambio, hay otras ocasiones en que debemos elegir aunque preferiríamos no hacerlo. Sin embargo, cuando debemos tomar una decisión elegimos lo que creemos más conveniente.
En nuestra vida cotidiana no le damos vuelta a lo que nos conviene o no nos conviene hacer, pues la mayoría de nuestros actos los hacemos automáticamente, sin darle muchas vueltas al asunto. Pero para poder tomar una decisión debemos tener un motivo, este motivo puede darse de 3 maneras: como orden, costumbre o capricho. Las ordenes se inclinan al miedo que podemos tener a las represalias de quien la emite y la confianza en que dicha persona lo hace por nuestro propio bien; en cambio la costumbre viene de la comodidad de seguir una rutina, así como del interés de no contrariar a los demás; por último el capricho viene de nuestro interior, pues brotan espontáneamente ya que no son imitaciones ni mandatos de otras personas. Hay veces en que hay que inventar y no limitarse a seguir la moda o el hábito para acertar con la conducta más conveniente.


                               Análisis capítulo II:


Para el autor los motivos por los cuáles nosotros realizamos nuestras acciones se dan por órdenes, costumbres o caprichos, sin embargo no muchas personas reflexionan con respecto a este asunto, puesto que desde pequeños somos criados de ciertas manera en la cual siempre debemos obedecer órdenes y es ahí dónde entra el juego el desarrollo de cada persona, ya que cuando se alcanza la madurez cada uno se da cuenta de que aunque estos 3 motivos nos muevan para realizar acciones, no quiere decir que sean las más convenientes para nosotros. Cuando se empieza a ser más independiente como persona, nos logramos dar cuenta de que tenemos el control de lo que nos pasa y sólo ahí recién podemos ser libres, esta etapa a mi punto de vista se da en la universidad (sobre todo en las personas que dejan de vivir con sus padres), puesto que se toman las riendas de nuestra vida y debemos dirigirla hacia lo que nos conviene para vivir mejor, llegando a tomar decisiones muy importantes y muy difíciles.
No me parece conveniente el alcance que hace el autor al decir que: "Las órdenes y las costumbres tienen una cosa en común: vienen de fuera", ya que pienso que las costumbres (al igual que los caprichos) vienen desde nuestro interior, porque si bien tienen su causa externa, nosotros optamos por imitar las cosas que a nuestro juicio parecen relevantes, en cambio las órdenes siempre se terminan cumpliendo de acuerdo a lo que otros estiman conveniente, ya sea por leyes, mandatos de los padres, enseñanzas del colegio, etc.



                          Capítulo III: Haz lo que quieras
           

Anteriormente se hablaba que la mayoría de las acciones eran por órdenes, costumbres o caprichos, pero nada de esto es suficiente cuando se tiene que tomar una decisión relevante. Todos tenemos la libertad de decidir, pero lo más importante es darse cuenta de qué estamos decidiendo, es decir,  hay que pensar al menos dos veces lo que vamos a hacer. Puede haber órdenes, costumbres y caprichos que sean motivos apropiados para obrar, pero en otras situaciones no tiene por qué ser así, es por esto que para saber si algo me resulta conveniente o no, hay que examinar lo que vamos a hacer razonando por uno mismo. Lo que está claro es que siempre en el fondo, todos tenemos la libertad de tomar una decisión que puede ser correcta si se reflexiona antes de realizarla.
Nadie puede decirte qué es lo que tienes que hacer para que tomes una buena decisión ya que no se tiene claro el concepto de cuando un hombre es bueno o malo, es por esto que tienes que analizar las cosas más de una vez para tratar de hacer lo que sea mejor. No es muy fácil decir cuando un hombre es bueno o malo, porque no sabemos para qué sirven los seres humanos y desde fuera es difícil determinarlo, ya que habría que estudiar no sólo el contexto de cada caso, sino que también las intenciones que mueven a cada uno.


                                Análisis capítulo III:


Es muy importante lo que se menciona en el texto cuando dice que para tomar una decisión es recomendable pensar al menos dos veces las cosas antes de realizar un acto. En muchas ocasiones tenemos la tendencia a comportarnos de alguna manera sin pensar antes las cosas, trayendo consecuencias no muy convenientes para nuestra vida, y es que es este justamente un punto muy rescatable para la ética, en el cuál una decisión debe ser pensada antes de realizarla, ya que muchas veces está en juego nuestra vida y la vida de los demás. El meditar antes de tomar una decisión nos puede llevar a hacer lo que sea más conveniente para nosotros, y es por esto que es  algo que deberíamos hacer siempre para lograr tener una vida más agradable.
Queda muy inconcluso para mi gusto la determinación que hacer el autor cuando dice que no está claro para qué sirve el hombre y que por esto no podemos definir cuando un hombre es bueno o malo, ya que a mi punto de vista y también de acuerdo a la cita que aparece en el capítulo II del libro, mencionando que: "Sólo disponemos de cuatro principios de moral: el filósofo, el religioso, el humano y el político" (Lichtenberg, Aforismos), pienso que de acuerdo al principio de la moral podemos definir cuando un hombre es bueno o malo, ya que cada persona se rige por uno de estos principios e independientemente de que se quieran regirse por todos, siempre hay uno más importante que otro y a fin de cuentas es la manera en que logran determinar cuando un hombre es bueno o malo.



                     Capítulo IV: Date la buena vida


Aunque se obedezca a otros o nos dejemos llevar por otras personas, siempre tendremos nuestra libertad de elegir, ya que en el caso de que optemos por no tomar nuestra decisión, decidimos que otros la tomen por nosotros. Al optar por no reflexionar lo que hacemos y que otros tomen nuestra decisión no se sabrá si esa decisión es la más conveniente puesto que no viene desde nuestro interior. La razón de decir que tenemos la libertad de elegir la decisión correcta es incentivarnos a que al hacerlo optemos por darnos una “buena vida” y es lo que tiene relación con la ética, ya que esta última, no es más que el intento racional de averiguar cómo vivir mejor. Ahora bien se puede tener buena vida humana, pero esta tiene que darse en la relación entre seres humanos, porque si no hay relación con los otros será solo vida pero no será buena ni humana.
Para poder darse una buena vida esta tiene que construirse con las demás personas, desde su cultura y la base; para esto es el lenguaje. Hablar con alguien y escucharle es tratarle como a una persona y así uno mismo ser tratado como tal, es decir, dar la buena vida para que uno pueda darse buena vida.


                             Análisis capítulo IV:


Muy importante es este capítulo para reflexionar y poder desarrollarse como una mejor persona, puesto que es de gran valor cuando el autor menciona que para ser tratados como humanos, debemos tratar a los demás como humanos también. Es la base para la ética y para tener una vida más conveniente para nosotros, ya que ninguna persona le gustaría ser tratada como cosa, sin que le miren a los ojos, no las escuchen o no les tomen en cuenta. Es por esto que la comunicación con los demás es fundamental en la relación con nuestros pares y esta tiene que ser de una manera tal que la otra persona se logre sentir humana, haciéndola presente y dejando en claro que nosotros somos igual que ellos y que son importante para nosotros. Aunque hay mucha gente que dice que si no conoce a una persona no le interesa lo que pase con ella, de acuerdo a mi experiencia personal (y creo que de varios), nos gustaría que cuando hablemos con una persona que no nos conozca, nos tome un poco de importancia a lo que les estamos diciendo, porque es la manera de hacernos presente como humanos o sino hablaríamos mejor con cualquier cosa que esté a nuestro alrededor.
Cuando el autor menciona que para entender bien la ética la palabra que lo define es " Haz lo que quieras", pues me creo una controversia, porque como el mismo menciona si todos hacen lo que quieren, pasarían situaciones no muy convenientes para nosotros, es por esto que ese "Haz lo que quieras" tiene que ir dedicado a gente que sepa razonar, que piense más de una vez las cosas, personas que sepan tomar decisiones correctas y que no dejen de pensar que las relaciones humanas son la base para tener una vida conveniente.



                         Capítulo V: ¡Despierta baby!


Está claro que queremos la buena vida, pero en realidad no sabemos en qué consiste hacerlo. Lo principal para darse una buena vida es dejar de tratar a las personas como cosas y dejar de rehuir a las complicaciones. La mayor complejidad de la vida es que las personas no son cosas, pues merecen tomarles en cuenta, ver que necesitan y no sacar provecho de ellas.  A veces no recibiremos el mismo trato de vuelta, pero por lo menos tenemos el respeto de una persona, y esta persona somos nosotros mismos. Al no convertir a los demás como cosas podemos defender nuestro derecho a no ser cosas para ellos, intentando que haya un mundo en el cual de veras se pueda vivir bien.
Para tener una buena vida no se puede prescindir de las cosas, y estas no pueden ser tratadas como personas. A las cosas hay que manejarlas como a cosas y a las personas hay que tratarlas como personas. Las cosas nos ayudarán en muchos aspectos de nuestra vida cotidiana, pero las personas en lo fundamental, el de ser humanos.


                           Análisis capítulo V: 


En el mundo en el que vivimos hoy, en el cuál las cosas y los bienes materiales toman prioridad, debieran de darse a conocer los puntos planteados en este capítulo, porque hay muchas personas que piensan que mientras alguien tiene más cosas tiene, podrá obtener todo lo que quiera y claro, como menciona el autor, puede que tenga todo lo que quiera e incluso amistades , amor, respeto, no obstante nada de esto será verdadero porque alguien que se preocupa de las cosas como a las personas, se olvida que para establecer una relación humana, hay que tratar a los demás como humanos y no como cosas de las cuales solo puede sacar provecho. Ahora bien, rescatable es el alcance que hace al autor al decir que: " No me fio de esa gente que dice que no se interesa por el dinero y que asegura no necesitar nada de nada", puesto que no hay que darle la importancia de persona a las cosas, pero también son un medio que nos ayuda a vivir de una mejor manera, pero no hay que abusar de aquello porque podemos quedarnos con las cosas y perder a los humanos que están a nuestro alrededor.
En nuestro futuro laboral vamos a tener que trabajar con personas, las cuales merecen ser tratadas como tal, hablar con ellos, escucharles, respetarles, tratar de entender que son humanos igual que nosotros y así como podemos ayudarles en nuestra labor, ellos también pueden bridarnos ayuda a nosotros, siendo esta la base para una buena relación de personas, la cual nos ayuda a llevar una buena vida.




                           Capítulo VI: Aparece Pepito grillo


La única tarea de nosotros es no ser imbéciles (ocupando el término como falta de apoyarse en algo), ya que estos necesitan apoyarse en cosas de afuera, ajenas que no tienen relación con la libertad y reflexión propia. Para dejar de ser un imbécil moralmente hay que tener conciencia, la cual se da por algunas cualidades innatas, sin embargo, también puede ser desarrollada con la práctica. Si se tiene conciencia nos daríamos cuenta de que los humanos necesitamos para vivir bien algo que solo los otros humanos pueden darnos si lo ganamos (amor, amistad, respeto) pero que es imposible de robar o comprar.
Para lograr tener una buena vida hay que ser egoísta, pero un egoísta consecuente, el cuál sabe qué es lo que de verdad le conviene para vivir bien, y se esfuerza para conseguirlo. Hay personas a las que se les llama egoístas las cuales creen que se aman a sí mismas, pero en realidad no saben lo que les conviene y actúan de mal manera, convirtiéndose así en sus propios enemigos trayendo consigo culpas, remordimientos o miedos por las consecuencias de sus actos y que van en contra de lo que queremos como seres humanos, es decir, vivir de buena manera.



                             Análisis capítulo VI:


De acuerdo a lo mencionado por el autor la conciencia puede ser innata o aprenderse con la práctica, pero hay personas que viven en un ambiente en el cuál no se les trata de crear conciencia, viviendo en un mundo de personas moralmente perjudicial para sus vidas y la de los demás. Como el hombre vive imitando lo que los demás hacen, estas personas tratan de imitar lo que ven a su alrededor y no logran crear conciencia, no piensan por sí mismos, pero hay que tener en claro una cosa; y es que si a ellos se les brinda un trato como humanos, depende de ellos en pensar que es lo más conveniente para su vida. En este punto el autor se le olvida el detalle de que hay personas que tienen problemas psicológicos, las cuáles por la vida que han tenido, es muy difícil que creen una conciencia por sí solos, en mi opinión, debieran de ser ayudadas por otros, puesto que ni siquiera tienen la conciencia de qué es vivir bien. Sin embargo, una cosa es brindarles ayuda, pero otra muy distinta es que dependan de uno, siempre la mejor forma de ayudar es dando las herramientas para que logren desarrollarse por sí solos.
Cada persona tiene que hacerse responsable de su libertad para elegir hacer una cosa u otra, pero como se trata de explicar en el libro; una vez que la acción está hecha, es muy difícil o imposible de revertir. Cuando se ha tomado una mala decisión viene el remordimiento, es por esto que al leer este capítulo es inevitable pensar en el énfasis que hace el autor cuando dice que las cosas hay que pensarlas dos veces.



                         Capítulo VII: Ponte en su lugar


Puede que uno en la vida se encuentre con personas que realicen acciones no recomendables, pero eso no significa que sean nuestros enemigos, ya que son personas al igual que nosotros y sin ellos quizá podríamos vivir, pero no vivir humanamente. Hay personas que pueden haber realizado acciones detestables, pero no debemos olvidar que son personas y también pueden realizar acciones buenas y convenientes para nosotros, por tanto es recomendable darles un buen trato. El ponernos en el lugar del otro implica reconocer a alguien como semejante y comprenderlo desde dentro, adoptando por un momento su propio punto de vista y aunque tenga muchas diferencias con los demás individuos, debo darme cuenta de que en cierto modo estoy dentro de cada uno de ellos. Ponerse en el lugar del otro no solo implica hablar con ellos, sino que se trata de tomar en cuenta sus derechos y si es que estos últimos faltan, hay que comprender sus razones, pues es a lo que tienen derecho todos los hombres aunque hayan actuado de mala manera y es que tienen un derecho humano, a que alguien se ponga en el lugar de ellos y comprender lo que hacen y lo que sienten.


                                  Análisis capítulo VII:

Sin duda que este capítulo hace reflexionar mucho y es muy importante en nuestro desarrollo personal y profesional, ya que la base para ayudar a una persona con nuestra labor es el "ponerse en el lugar del otro", es una frase tan importante que debiera de ser una de los valores fundamentales de todas las personas, sin excepción alguna. Muy relevante es el planteamiento del autor que menciona que aunque haya personas que realicen acciones detestables o no muy adecuadas, nunca hay que olvidarse de que son personas y que merecen ser tratadas como tal. En nuestro futuro puede que nos toque relacionarlos con personas que algunos pueden llamar " peligro para la sociedad", pero independientemente de lo que hayan hecho son personas, y si queremos que ellos nos respondan de la misma manera, tenemos que hacerlo así para poder tener una vida conveniente para ambos. Debemos saber que ellos también tienen el derecho a ser entendidos, escuchados y respetados, por muy difícil que sea, puesto a que así como ellos cometieron errores, nosotros también lo podemos hacer.
En un futuro, en nuestro quehacer fonoaudiológico, nos tocará tratar a personas que tengan problemas en la comunicación y a estos tenemos que comprenderlos, mirarles y escucharles, aunque nos cueste entender lo que nos dicen, sin embargo, pasa mucho hoy en día que los fonoaudiólogos se encargan de tratar el problema puntual del paciente y no logran rehabilitarlo, siendo que a veces solo falta que se pongan en su lugar.




                           Capítulo VIII: Tanto gusto

El sexo es un placer y este placer es el que nos da satisfacción y bienestar, aunque algunas personas tienden a sentirse culpable por sentir este tipo de placer y creen que el sexo es solo para procrear. Estas personas son las que sienten miedo al placer ya que muchas veces se puede dar un abuso de este y nos distrae más de la cuenta, lo que puede traer consecuencias no muy buenas. Para pasarla bien y tener una buena vida es necesario este tipo de placeres pero siempre en su justa medida, es decir, haciendo un uso de este y no un abuso. Hay que pasarla bien en el presente y encontrarle algo placentero a todo lo que nos rodea y no estar buscando que cada momento tenga de todo y que de satisfacciones que no se podrán cumplir. El placer es muy recomendable cuando nos da alegría, ya que si no nos brinda este sentimiento no nos conviene. No hay que sentirse avergonzado porque uno este gozando de algún placer mientras otros estén sufriendo, ya que tienes que comprender el sufrimiento de los otros e intentar ayudarlos, pero nunca hay que  amargarse y dejar de pasarlo bien.


                             Análisis capítulo VIII:

Concuerdo con lo planteado por el autor cuando dice que el placer del sexo nos permite sentirnos bien y que no hay que sentirse culpable de hacer un uso de este, pero sin embargo, se le olvida mencionar que hay muchos factores de los que depende el placer del sexo. Un ejemplo no menor es con respecto a la edad de los jóvenes, es decir, puede que ellos hagan un uso de este placer sin caer en el abuso, pero para mí gusto no es recomendable que adolescentes de 14 años hagan uso de este placer, puesto que no son lo suficientemente responsables y puede traer malas consecuencias. Es aquí el punto en el que el autor debe haber explicitado ciertos factores que implican el uso del placer, ya que a cierta edad las personas no logran hacer un buen uso de su libertad, pues aún no han creado la conciencia necesaria para elegir buenas decisiones.
Es muy rescatable el alcance que se hace en este capítulo cuando se dice que el placer es bueno, ya que nos trae satisfacción y bienestar, haciendo que tengamos una buena vida. Esta buena vida nos trae alegría, pero si dejamos de perderla producto del placer es porque ya hemos hecho un abuso de este. Aquí es cuando me hace pensar en las personas que trabajan diariamente y que no están alegres, pues aquí uno se da cuenta de que todo está relacionado, ya que si hay personas que no están alegres, no realizan bien su trabajo y pierden interés, y de acuerdo a esto no logran ponerse en el lugar del otro.

                      Capítulo IX: Elecciones Generales

La ética y la política están relacionadas, ya que ambas concuerdan en que buscan una buena manera de vivir, la diferencia se da en las realizaciones de los actos de nuestra vida diaria, puesto que la ética se encarga más de ver el motivo por el cuál se realice de mejor manera un acto y nos ayude a vivir de una forma que nos conviene, en cambio la política se preocupa de que en conjunto los actos sean buenos, independiente del motivo por el cual lo hayan realizado.
Aunque vivimos en un mundo que es políticamente invisible, lleno de abusos, injusticia, violencias; siempre hay personas que están empeñadas en tratar de vivir bien, tratando de que las relaciones entre personas sean más humanas poniéndose en el lugar del otro. Muchas veces van a haber personas que hagan lo que quieran (ya sea el bien o el mal), pero todos aquellos que quieran hacer el bien, no pueden dejar de tener las exigencias políticas establecidas dentro del medio que lo rodea.


                             Análisis capítulo IX:

Es de gran importancia la relación que hace el autor entre la política y la ética, diciendo que ambas buscan la mejor manera de vivir, sin embargo, entre las diferencias que da el autor, a mi parecer, falta una muy importante, y es que la política impone órdenes o mandatos para que se cumplan. Claramente sería ideal que estás órdenes fueran porque cada persona haya reflexionado y tomado sus propias conclusiones para establecer una decisión adecuada, pero como algunos optan por lo más fácil se lo dejan a la política, a las leyes establecidas por el gobierno. Estoy en completo acuerdo cuando se menciona en este capítulo que lo que se invierte en el militarismo, siendo este una forma de cultivar agresividad, debiera de resolver la mayoría de las carencias que hoy se encuentran en el mundo.
Me parece muy inapropiado la parte en que el autor dice que aborrece las ideologías políticas y religiosas fanáticas que no son capaces de respetar un pacífico conflicto de opiniones, puesto que justamente al decir que aborrece estas ideologías políticas el tampoco respeta dichas opiniones. Además así como en el propio capítulo dice que hay diversidad de gente, pues no todos los que pertenezcan al grupo de los políticos y los religiosos tratan de imponer su opinión.


                                                  
Conclusión


Mediante este ensayo se puede determinar que todas las personas tienen la libertad de elegir cómo queremos llevar nuestra vida y aunque hayan personas que dicen que todos nos regimos por lo que los otros nos dicen, eso es porque tomaron la opción de dejar que otros piensen por ellos. Cuando una persona logra desarrollarse correctamente se da cuenta de que aunque hayan reglas, leyes o costumbres, se puede decidir qué es lo que queremos hacer y siempre tratando que sea lo más conveniente para nosotros y las personas con las cuáles nos relacionamos.
 Una de las cosas más relevantes de este libro y que debiera de estar para siempre impregnado en cada una de las personas, es que para vivir de una buena manera tenemos que empezar desde la base que la vida se construye entre las relaciones humanas, y estas relaciones deben ser recíprocas, pensando siempre en que las personas no son cosas, y que al igual que nosotros tienen que tener un trato de humanos, el cuál es independiente de las acciones que hayan hecho, ya sean buenas o malas, puesto que nunca dejarán de ser personas. El tratar bien a otra persona, no sólo implica escucharle o mirarle, sino que también ponerse en el lugar del otro, comprendiendo su sentir, sus emociones y cómo están viviendo la vida, porque solo así es posible obtener una buena relación humana. Es justamente esto último lo que lleva a ser un profesional íntegro, el cuál al ponerse en la situación del otro es el paso para realizar buenas terapias en nuestro quehacer fonoaudiológico y así lograr una rehabilitación adecuada y efectiva para nuestros futuros pacientes.



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